26 March 2017
No es raro que cada vez que decimos ser biólogos ante un público en general, expresiones de preguntas, sorpresas o simplemente curiosidad llenen sus rostros y atinen a preguntar que exactamente hacemos o porque lo hacemos. Esta situación se torna aún más peculiar cuando mencionamos ser herpetólogos, lo que involucra explicar en términos simples que trabajamos con ranas, tortugas, lagartijas, y (finalmente la palabra mágica con la cual reaccionaran) “serpientes”. Después de esta breve introducción, las reacciones de asombro, desconcierto, alarma, etc. no se hacen esperar. Cuando esto sucede en comunidades locales de la Amazonia, historias de todo tipo comienzan a contarse, increíbles avistamientos, matanza, persecución, asociación a enfermedades, entre otros. Este es el punto donde yo, probablemente como cualquier aficionado a las serpientes, se llene del sentido de responsabilidad y comience a construir una vía de comunicación con ellos con el fin de explicarles el verdadero papel de nuestros escamosos amigos en el entorno.
A lo largo de los años, la mayoría de medios periodísticos han convertido a las serpientes en un malvado villano de noticias llenas de sensacionalismo. Así, la mala reputación de las serpientes, quizá se remonte a los orígenes en el génesis bíblico donde una serpiente es la representación del mismo demonio, el cual tentó a la humanidad a probar el fruto prohibido, y con ello la condena al sudor y sufrir los dolores, además de perder el paraíso. Cada vez que alguien se encuentra con una serpiente o escucha hablar de ella, causa miedo de forma instintiva, lo cual quizá sea en buena medida por la ignorancia y también por la mala información generada de forma irresponsable por parte de algunos medios periodísticos o cinematográficos, como lo hizo en los 90s la famosa y recordada película Anaconda, donde se muestra una serpiente más que agresiva, una asesina por naturaleza, capaz de destruir barcos y comer humanos en cuestión de segundos, todo por el sensacionalismo que puede causar en la audiencia.
Las serpientes están siendo erradicadas de forma indiscriminada en la Amazonia, debido a que la población local las considera a todas venenosas, eliminando todo ejemplar con el que se encuentren considerándolos dañinos o a través de la modificación negativa del hábitat por medio de cultivos agrícolas, pesticidas, contaminación, construcción de urbanización o carreteras donde todos los años mueren atropellados muchísimos de estos reptiles. En Perú, como en otros países no existe un registro de serpientes muertas al año, así como la trata de serpientes que son extraídas de forma ilegal de sus hábitats para ser vendidas en el mercado negro de animales silvestres. La importancia de las serpientes radica en que muchas de ellas se alimentan de insectos, peces, anfibios reptiles, aves y mamíferos menores (ratas, ratones, murcielagos) quienes muchas veces causan daños en los cultivos agrícolas, además de ser portadores de enfermedades (Zoonosis); además de esto, las serpientes también sirven de alimento para algunas aves rapaces y otros predadores como felinos y otros reptiles, este es el caso de la mussurana (Clelia clelia) que puede comer otras serpientes incluso venenosas como la shushupe (Lachesis muta) y el jergón (Bothrops atrox), siempre entorno a mantener el equilibrio del ecosistema.
En la actualidad, el uso de las serpientes en la medicina ha cobrado importancia. Los compuestos presentes en el veneno de las serpientes, son usados desde hace mucho en la creación de fármacos, para tratar enfermedades como la epilepsia, la poliomielitis, la demencia senil, la degeneración muscular, como reguladores de la presión sanguínea, tratamiento de infecciones virales, creación de analgésicos, antimicrobiales, antitumorales e incluso se usan satisfactoriamente en el cáncer de mama. Nos queda preguntarnos si algún día los compuestos presentes en el veneno de las serpientes podrán curar las enfermedades que hoy parecen incurables. Es así que el investigador Zoltan Takacs nos indica que "América del Sur es la fuente de un gran número de medicamentos obtenidos a partir del veneno de serpientes, entre ellos uno de los más exitosos en la historia de la medicina de cuidados de la salud: los inhibidores de la ECA como captopril, usado para problemas del corazón y la hipertensión" y que en el Perú, “el veneno de jergón (Bothrops atrox) es la fuente de batroxobina, hemocoagulase y otros agentes que ayudan a regular la coagulación de la sangre".
En el afán de ayudar a mantener la ecología de los bosques, la organización Fauna Forever, con sus programas de investigación en herpetofauna, busca fomentar la valorización de los herpetozoos, sobre todo en serpientes que como mencione líneas arriba son las más afectadas, es así que por medios de charlas educativas informamos a la población sobre la ecología e importancia de las serpientes en el medio, no olvidando su importancia económica a través del turismo.
Video: Alberto Garcia-Ayachi dando una clase sobre serpientes a un grupo de alumnos de Primaria en la Comunidad Nativa Boca Pariamanu.